Km 0 puede ser el principio o fin, puede ser aventura o desconfianza, suplicio o placer, desmadre o castidad. Km 0 puede ser una cancion o un bar, la salida o el tejado, el sitio o la espera. Km 0 puede ser todo o, 0, nada.

Así transcurre la vida. En un continuo carrusel de llegadas y paradas, de virtudes, de sofocos, de calientes lenguas, paladares con 'morro' fino y certezas aun por confirmar. Es lo que toca y no me quejo. Me divierto.

De hostias y hostias, la vida te hace, como en el juego de la oca cuando caes en la muerte, volver al Km 0. De golpes y golpes el cielo y la tierra se achatan para aplastarte en foma de sociedad maloliente y furiosa. De palos y palos las tierras se abren, como puertas de salidas de emergencias, por la mitad y el dia menos pensado te traga y te absorbe. De repente dejas de existir, desaspareces y ahora ''niños de azul marino y corbata se despediran de ti cada mañana cultivando el cácer que nos unió, amarillos los dedos y grises los pulmones.''

Se vive de 'sies' y 'noes', 'de caras y cruces', de hertzios y megahertzios, de megas y gigas, de blancos y negros, azules y rojos, de verdes mate o brillantes. 'El tiempo ha pasado y las cosas han cambiado'. Ismael Serrano vive atrapado en azul.

'La cámaras nunca recogen lo que sucede en las celdas, entre uno y otro furgon'