Por que no decirlo, de estos dos años, en los que Asturias me recibió con las manos abiertas, hay que destacar mucha gente, muchas anécdotas, muchos buenos ratos y menos malos. Hago balance y le cierro en positivo, no suele ocurrir en época de crisis, pero esto no tiene nada que ver con la economía. Lo mejor es que no me ha engañado nadie y los que han pensado que lo hacian, se lo han creido. He calado a cada cual desde el minuto uno de "partido" y supe hasta donde podiamos dar el brazo a torcer. He conocido indeseables, amables, hipócritas, sinceros, sensibles, brutos, graciosos, agradables, graciosetes, impositores, impostores y también, no me lo callo, mamones.
Ahora seguimos caminando, nunca lo hemos dejado de hacer, pero esto ha sido una escalada en una pared y lo hemos superado. Eso es lo que más me alegra, para que engañarnos.
Por cierto, los últimos tres meses o dos y medio, he desempeñado el trabajo de la tele, donde todo es mentira, es cartón-piedra, se esquematiza todo y se mide muy bien lo que se dice. Se favorecen unos a otros, teles a empresas y me he dado cuenta de lo importante que es tener un altavoz para una comunidad, aunque sea sin TDT.
Siempre dije que esta profesión no era la mía y sigue sin parecerme atractiva. La radio es la única amante que se duerme conmigo cada noche y que pasea a todas horas por todos los lados junto a mí. Si nos ponemos a comparar, como dijo esa canción de 'The Buggles' ("Video Killed the Radio Star"), nunca lo haremos de manera correcta. Es mentira, el video o la Tv nunca mató a la Radio, pudo dejarla debilitada, pero de 15 años para acá la televisión ha perdido tanto prestigio que a la Radio no la a hecho falta ni innovar y ha vuelto donde se merece, por no decir que nunca se fue de donde ha estado.
Aun con todo, y como dije al comienzo del parrafo anterior, me quedo con la radio y cambio la la mesa de realización por la de sonido y ademas la cámara por el micro.
Seguiremos arremetiendo.