Cuando no se como contar algo, me atraganto al escribir, es un secreto que te cuento a tí, solo a tí amigo. Y lo que hago es poner la música adecuada. Déjame que te de un consejo. Cuando estes apurado, estresado o sientas ansiedad o angustia dale al play. Conecta con la música adecuada, con las olas del mar, con el roce de las agujas de los pinos o con la brisa de un viento que silva.

Yo recuerdo, amigo mío, que cuando era más jóven y me ponía enfermo y no podía ir a la escuela conectaba contigo a través de la televisión. Te veía por la mañana en la extinta Telecabarga. ¡Madre mía!, quien me iba a decir que podría conocerte en persona, en directo, al natural y al vivo. Creeme que lo digo como lo pienso.

Entre párrafo y párrafo de esta epístola, trago un poco de agua para tratar de ser lo más objetivo que se pueda. Amigo mío, te conozco desde hace muy poco, pero creo que puedo presumir de que acierto cuando veo a alguien que domina el capote de la sencillez, la cercanía y la amabilidad como un verdadero maestro en un coso de primera.

De nuevo bebo agua. Han sido diez años y lamento haber estado solo tres meses. Ten la conciencia tranquila, así ha de estar. Has cumplido, debes sentirte hondamente orgulloso de esta andadura. Es cierto que habrás tenido tus más y tus menos, pero durante diez años no ha parado de andar la criatura que al comienzo se llamó "Tal Cual" y al final "Abierto Cantabria" pasando por "En la noche"



Jesús, amigo el trabajo esta cumplido. A seguir.